8/10/2014
Nos levantamos a desayunar temprano para poder llegar a buena hora a Puerto Madryn y amanece lloviendo como si no costara, paso la moto a un portalillo para ir preparando la moto bajo techo y nos ponemos los trajes de agua y tiramos millas, nos sigue lloviendo sobre 200kms, los camiones nos duchan cuando nos cruzamos con ellos. A M. José le duele el codo de hacer fuerza para sujetarse del aire que hace y de toda el agua que nos echan los camiones encima. Tengo que reducir a 70/80 km/h cuando nos cruzamos con los camiones ya que algunos camiones reducen algo la velocidad al cruzarse con nosotros pero otros siguen a su marcha y te dan un meneo en la cabeza que yo parece que nos va a cambiar de dirección la cabeza.
Cuando llegamos a General Conesa para la lluvia pero sigue haciendo mucho aire, y paramos a ver si podemos comer en algún sitio, es un poco tarde y está casi todo cerrado, pero vemos un chiringuito/parrilla de mala muerte que se llama "El Riojano" y nos comemos un choripan que nos está mas rico que una paletilla de cordero con patatas panadera, pasamos un rato de risa alli, la dueña estaba jugando a las cartas con un cliente o familiar, estaban jugando al mentiroso y ella decía que no sabia mentir... mal juego ha escogido.
Cuando llegamos a Puerto Madryn hay obras a la entrada y vemos unas maquinas que trabajan en las obras y tiramos detrás de ellas hasta que llega un punto que no podemos avanzar más y tenemos que dar la vuelta y cruzar la calle subiendo la cuneta y bajando por el otro lado hasta una calle que hay asfaltada. Llegamos al apartamento algo cansados y la verdad que el sitio es acogedor y podemos pasar la moto a un jardín interior cerrado.
Nos preparamos para salir a cenar y nos damos cuenta de que teníamos que recargar el chip que compramos para el móvil, porque está un poco tieso. Encontramos un sitio pronto pero necesitamos el número de teléfono, que no nos sabíamos aún. El chaval del quiosco nos manda a otro sitio donde dicen que igual tienen tarjetas de recarga como la primera que compramos, en la que sólo tenías que rascar una zona de la tarjeta y meter un código para la recarga pero resulta que alli tampoco tienen de ese tipo de tarjetas. Desde allí nos mandan a otro sitio a ver si en el otro sitio tienen, pero seguimos igual, cada vez me doy mas cuenta de que la gente aquí te marea de un sitio para otro, no se pueden quedar sin responder o sin decir un simple " No lo sé". Ya cuando nos hartamos de dar vueltas decidimos volver al apartamento a por la tarjeta que tiene el numero apuntado y dejarnos de mareos, así que con el numero del móvil en mano ya no hay problema, lo guardamos en la agenda del teléfono para que no nos vuelva a pasar, nos recargan el saldo en un plis y vamos para el centro a cenar algo.
En la calle principal hay un sitio que se ve lleno de gente, ofrecen mucha variedad de pescados y mariscos y decidimos pasar, el sitio tiene buena pinta y nos toca un camarero gracioso que en dos segundos se da cuenta de que somos españoles y nos gasta bromas. Cenamos una picada de mariscos que está estupenda y un arroz con marisco, ummmm QUE ICO!!!
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